El primer día de este taller fue un auténtico deleite para los intrigados ojos de una muchedumbre que gozaba y jaleaba con cada uno de los saltos y cabriolas que los participantes ofrecían al espectador. Pero este segundo día parece haberse apoderado de ellos el aburrimiento y la desgana. Idearon un nuevo circuito pero a pesar de todo no tuvieron la misma expectación ni el mismo seguimiento por parte de sus participantes. ¿Tendrían miedo de que se repitiese una lesión? Quien sabe, lo único que sabemos es que el taller estuvo en época de decadencia. Tal fue el nivel de decadencia que incluso dos organizadores del taller faltaron al evento. A ver como se apañan para que no vuelva a pasar lo mismo el próximo día. Nosotros estaremos allí para verlo e informarlo.
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